Llegamos a Paraguay después de un largo viaje de 18 horas de autobús desde Villamontes, al sur de Bolivia. A lo largo de camino paramos varias veces, primero a sellar la salida de Bolivia, algún control de policía en la entrada de Paraguay y despues de tres horas recorridas en Paraguay por la carretera Transchaco sellamos la entrada al país. La carretera, por fin asfaltada, discurre toda recta a través de una gran llanura verde llena de vacas y alguna granja, pero prácticamente ninguna población. Llegamos sobre las diez de la noche con ganas de estirar por fin las piernas, y encontramos un hostal familiar regentado por una adorable abuelita. Al día siguiente paseamos por el centro, llegamos hasta la plaza donde se encuentra el partenón de los Héroes, después seguimos caminando hacia el río donde se ubican varios edificios del gobierno. Al ser domingo las calles estaban desiertas, más bien parecía una ciudad fantasma; muchos edificios parecen abandonados, están sucios, descuidados y algo destartalados, quizás entre semana causa una mejor impresion. Después de comer cogimos un autobús hasta el parque Ñu Guazú donde disfrutamos de un agradable paseo a lo largo de cinco kilómetros a través de jardines, estanques, laguitos, campos de fútbol, baloncesto... Al día siguiente vamos a la terminal de ómnibus, como dicen aquí a la estación de autobús, para coger uno hacia Ciudad del Este a 360 km, en tan sólo cinco horas!! Después de nuestros interminables trayectos por Bolivia nos resulta toda una hazaña. Llegamos a las 17:30 y ya había oscurecido, decidimos buscar donde dormir cerca de la estación ya que tampoco hemos venido a visitar la ciudad, la zona da un poco de yuyu, a la salida de la terminal hay una hilera de chabolas hechas con maderas y plásticos, y gente con pintas sospechosas. Aligeramos el paso hasta encontrar un hostal. A la mañana siguiente caminamos hasta el centro para coger un autobús que nos lleve a la presa de Itaipú, que es la presa de mayor producción eléctrica del mundo. Al llegar encontramos un centro de visitas donde vimos un documental informativo sobre la presa que se construyó entre Brasil y Paraguay sobre el río Paraná. Después nos acercaron hasta la misma presa en autobús donde pudimos ver de cerca las enormes veinte tuberías por donde pasan unos 700.000 litros de agua por segundo. Diez pertenecen a Paraguay y otras diez a Brasil, también se reparten la energía eléctrica que genera la central hidroeléctrica. Además en el centro de visitas nos informaron sobre el acceso a un zoo creado dentro de la reserva de Itaipú, donde pudimos ver de muy cerca pumas, jaguares, tapires, monos, aves... Después de comer cogimos un autobús hacia Foz do Iguazú (Brasil) para visitar las cataratas de Iguazú al día siguiente. Tan sólo volveremos a Paraguay a la vuelta de las cataratas para visitar Encarnación, ya que nos dijeron que merecía la pena, aunque luego resultó no tener mucho encanto. Nuestra entrada a Paraguay ha supuesto un notable cambio en cuanto a cultura, servicios, infraestructuras, gente.... aunque también hemos notado un incremento en los precios.
Ya...la verdad es que es una ciudad un poco desaconsejable, ya nos lo contó un hombre de allí jeje, pero pillamos un hostal justo al lado de la estación para no andar mucho; ya de día no tenía mala pinta del todo aunque al ser fronteriza está llena de tiendas y vendedores ambulantes por todos lados!
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