El 30 de junio llegamos a Sucre desde Cochabamba, al ser domingo las calles estaban muy tranquilas y no estaban instalados los numerosos puestos callejeros que se encuentran habitualmente. Disfrutamos de un paseo por las calles principales llenas de blancos edificios y plazas con jardines y palmeras; llegamos hasta un parque repleto de gente, había un montón de niños jugando, dando paseos en bici, pintando... Al día siguiente ya vimos la ciudad mucho más ajetreada, rebosante de tráfico y puestos de mercadillo invadiendo las aceras así que decidimos huir del jaleo y visitar el parque cretácico a las afueras de la ciudad. El parque se construyó hace poco tiempo cuando una empresa cementera encontró por casualidad cientos de pisadas de dinosaurios en la ladera de la montaña; resultó ser la mayor concrentración de pisadas del mundo y conserva la caminata de dinosaurio más larga que existe. Además el parque cuenta con una serie de maquetas de tamaño real de distintos dinosaurios y un museo con huesos y piedras con fósiles. Por la tarde cogimos un autobús a Potosí, la ciudad a más altura del mundo, dónde hacía muchísimo frío. Después de andar por la plaza principal y las calles de alrededor decidimos no pasar noche allí y cogimos otro autobús a Tupiza dónde llegamos de madrugada. Por la mañana nos fuimos a informar sobre las actividades que se podían hacer por la zona y decidimos organizar un paseo de 3 horas a caballo esa misma tarde. Ninguno de los dos tenemos mucha idea de montar a caballo así que la experiencia resultó muy divertida e interesante. Los caminos que recorrimos a caballo bien podrían estar sacados de las películas del oeste; llegamos hasta el cañón del inca dónde descansaron los caballos y nosotros paseamos por la zona. Al día siguiente alquilamos un par de bicis y nos fuimos por nuestra cuenta a recorrer los alrededores de Tupiza. En unas dos horas llegamos a Torolloc, donde encontramos un merendero a orillas del río con unas curiosas formaciones rocosas de fondo; un rinconcito encantador a pesar de la tormenta de arena que se levantó. La vuelta se hizo un poco más dura al ser cuesta arriba y al calor que hacía. Al atardecer cogimos un autobús a Tarija. Este trayecto se nos hizo eterno, fueron 214 km que recorrimos en unas 9 horas y media! así que imaginaros como era la "carretera"...camino de tierra, llena de baches, pasando por montañas a más de 3000m con precipicios horribles y encima el autobús olía a muerto. En general las carreteras de Bolivia son toda una aventura. Llegamos de madrugada a Tarija y a la mañana siguiente fuimos a conocer la ciudad llena de bonitas plazas y calles llenas de tiendas y gente. Después de comer descansamos un rato en un parque donde Blanca practicó con la zampoña y más tarde cogimos un autobús hasta Villa Montes dónde para variar llegamos de madrugada así que nos hospedamos en un hostal justo enfrente de la terminal terrestre. El único autobús hacia Paraguay es a las 2 de la mañana así que no nos queda más remedio que pasar un largo día en este pueblo del que sólo merece la pena la pequeña plaza central, además hace un calor asfixiante. En general las ciudades y pueblos del sur de Bolivia nos han dado una mejor impresión que las del norte, están más organizadas, más limpias y en global se ven menos pobres.
Hola, hola!! qué tal? ya estáis en Paraguay, no? espero que todo bien. No dejáis de sorprendernos con vuestras aventuras. El tema bus boliviano me tiene alucinada, jajaja. Por cierto, ya tenemos reservada una cabaña muy cuqui en Isla de Pascua!! jejeje. Id pensando si necesitáis que os llevemos algo de aquí. No vale pedir napolitanas de chocolate de El Rincón, jajaja. Un beso muy grande. Vamos hablando! 26 días, no digo más.
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