El día 15 de octubre a las 9 de la mañana cogíamos un autobús con destino Ushuaia, nuestra última parada en este largo camino. Después de sellar la salida de Chile por última vez nos adentramos en la parte de Argentina de la isla Tierra del Fuego. Pronto comenzamos a recorrer valles llenos de montañas nevadas y lagos. Durante los últimos kilómetros comenzó a nevar, así es la primavera en la zona más austral del mundo. Finalmente llegamos hasta el canal Beagle, que separa Ushuaia de la isla Navarino perteneciente a Chile. Llegamos al atardecer así que buscamos un hostal y decidimos dejar para el día siguiente la visita a la ciudad. Por la mañana fuimos a la oficina de turismo para informarnos de las actividades que se pueden hacer por la zona. En general era todo bastante caro y como ya habíamos hecho muchas caminatas y también habíamos visto pingüinos en Chile decidimos hacer lo que pudimos por nuestra cuenta. Luego dimos un paseo por la costanera observando los enormes barcos cargueros y otros más pequeños pertenecientes a pescadores locales. Después de comer un asado caminamos hasta las afueras para visitar un centro comercial, estuvimos cotilleando las tiendas y para terminar de matar la tarde decidimos meternos al cine para ver una peli de terror. Al salir fuimos al supermercado a comprar comida para prepararnos en el hostal para los próximos días. Durante la mañana siguiente estuvimos paseando por el centro del pueblo lleno de restaurantes y tiendas. Las calles perpendiculares a la costanera tienen bastante pendiente debido a que Ushuaia se encuentra en la ladera de una cordillera que durante gran parte del año está nevada, impacta ver una ciudad costera con unas montañas nevadas tan próximas. Al otro día nos animamos a subir hasta el glaciar martial, a unos 8 km del pueblo. Caminamos callejeando cuesta arriba por las calles menos turísticas de Ushuaia por lo que pudimos observar casas más tradicionales. Al llegar al límite del pueblo continuamos la ruta por un sendero algo empinado que discurría por una zona boscosa hasta llegar a un complejo de varios hoteles, cabañas y cafeterías dónde también se encuentra un telesilla que en esos monentos estaba en mantenimiento. Luego subimos por una zona de nieve que en realidad es una de las pistas de esquí de la estación que ahora mismo se encuentra ya cerrada, aunque aún nos encontramos con bastante nieve. En el último tramo el valle estaba completamente blanco y pudimos disfrutar de las vistas del canal Beagle con la Isla Navarino de fondo y las pequeñas islas que rodean la península de Ushuaia donde se encuentra el aeropuerto. De regreso comenzó a nevar muy fuerte así que nos metimos en una cafetería a cobijarnos, cuando aflojó continuamos bajando hasta el pueblo. Los siguientes tres días estuvo nevando copiosamente y bajaron bastante las temperaturas, así que tan sólo dimos algún paseo corto por la costanera, la península, el mercadillo de artesanías, y las calles más céntricas comprando los últimos souvenirs. Esperamos volver a Ushuaia algún día para embarcarnos en algún crucero hacia la Antártida, nuestro sueño es poder pisar algún día el continente blanco.
me alegra saber que al final no os habéis metido en un barco rumbo a la Antártida!! tenía serías dudas, jejeje. Ya no os queda nada para volver a casita. Espero que tengáis muy buen viaje. Aunque se que os da muchísima pena volver, os estamos esperando todos con los brazos abierto. Tenemos muchas ganas de veros!! que emoción! muchos besos, nos vemos prontito
