Rosario - San Luis - Parque Provincial Ischigualasto
El día 25 de julio viajamos de Buenos Aires a Rosario en unas cinco horas de autobús. En los alrededores de la estacióin se encuentra una zona llena de chabolas, calles sin asfaltar y gente pidiendo y según nos contaron es una zona bastante peligrosa de la ciudad. Llegamos a Rosario por la tarde y echamos a andar durante una hora hasta llegar al centro dónde encontramos un hostal; podíamos haber ido en bus pero decidimos pasear para ir conociendo la ciudad. Después de dejar las mochilas paseamos por el centro y después de cenar ya nos fuimos a dormir. Al día siguiente aprovechamos la mañana para conocer el resto de la ciudad; fuimos caminando hasta el río por donde continuamos hasta llegar al monumento a la bandera. Es un enorme obelisco en homenaje a la bandera Argentina y junto a ello un edificio estilo templo griego. Luego nos adentramos de nuevo al centro de la ciudad paseando por la calles peatonales llenas de tiendas, bares y gente. Después de comer cogimos un autobús hacia Villa Mercedes dónde vive Teresa, una amiga de Tom de Santiaguillo. Hace tres meses que no estábamos con nadie conocido así que el encuentro iba a ser extraño. Llegamos a la una de la madrugada y cogimos un taxi hasta la dirección de Teresa pero como sabíamos su piso tuvimos que llamarla a gritos desde la calle; aunque al final nos la tuvimos que jugar tocando a uno de los cuatro timbres, y acertamos! Ya en casa, estuvimos charlando hasta las tres de la mañana a pesar de que al día siguiente madrugábamos para ir de excursión, pero había que ponerse al día de los cotilleos. Apenas dormimos unas cuatro horas por lo que se nos pegan un poco las sábanas y llegamos muy justos a la terminal y ya se habían acabado las plazas del autobús que queríamos coger, así que tuvimos que esperar una hora al siguiente. Cuando llegamos a San Luis nos espera Flor, la compañera de piso de Teresa, que ha venido a recogernos en coche y nos lleva hasta el inicio de la ruta al Salto de la Moneda. Comenzamos a caminar con ganas, ya hacía tiempo desde nuestra ultima excursión. A lo largo del camino observamos unas bonitas vistas del monte y de un embalse. Paramos a comer a la orilla de un riachuelo un riquísimo bocadillo de tortilla de patata que Teresa había preparado, cómo echamos de menos la comida de casa! Continuamos caminando hasta llegar al salto de la moneda llamado así por el brillo de algunas rocas del fondo de la poceta parecido al de las monedas. Pasamos un rato agradable charlando en este rinconcito y comenzamos el camino de vuelta hasta Potrerillos, el pueblo más cercano, donde cogemos un autobús hacia San Luis. Bajamos cerca de la plaza principal y caminamos hasta ella donde visitamos la catedral y paseamos por sus calles. Después vamos a casa de Flor donde pasaremos la noche. Su madre Claudia y ella nos llenan de atenciones, nos preparan una rica merienda con repostería y mate (una infusión típica de Argentina) que se toma preferiblemente en compañía y charlando animadamente. Así se nos hizo la hora de cenar, y después tuvimos ocasión de probar también otra bebida típica, el Fernet, algo amargo pero entraba rico con cocacola. Pasamos una agradable velada, hasta que el cansancio pudo con nosotros y nos fuimos a dormir. Al día siguiente Flor y su madre nos hacen el favor de llevarnos de vuelta a Villa Mercedes hasta casa de Teresa, el coche iba a reventar con cinco personas, tres mochilas, una maleta...y una lavadora! Pero conseguimos meterlo todo finalmente! Al llegar Teresa nos advirtió que la ciudad no tenía mucho encanto, fuimos a dar un paseo al parque, que es el único atractivo de la ciudad donde había mucha gente montando en bici, jugando a fútbol, haciendo picnic...Después regresamos a casa de Teresa donde estuvimos tomando mate con unas amigas suyas. Por la noche salimos a cenar un pancho, que es un perrito caliente, y al terminar nos dirigimos a la estación para coger nuestro siguiente autobús donde nos despedimos de Teresa y Flor. Desde aquí queremos dar muchas gracias a Teresa, Flor y a Claudia que nos hicieron sentir como en casa. Conseguimos dormir las cuatro horas hasta San Juan, donde enlazamos seguidamente otro autobús hacia San Agustín en el que conseguimos dormir un par de horas más. LLegamos a primera hora de la mañana y nos dirigimos a un hostal a dejar las mochilas, después encontramos una tienda donde comprar comida para almorzar y cenar. A las 14:30 salimos en coche con el padre del dueño del hostal que nos contó alguna que otra curiosidad durante la hora y media de viaje hasta el Parque Provincial Istchigualasto, también conocido como valle de la Luna. Al llegar visitamos un pequeño museo donde exponen reproducciones de esqueletos de dinosaurios que se encontraron por la zona y restos fósiles. El nombre Isthigualasto proviene del quechua y significa valle de la muerte, ya que los antiguos incas pensaban que los esqueletos de dinosaurios eran de llamas que iban a morir a esa zona y posteriormente los gauchos pensaban que eran esqueletos de vacas. Los restos de dinosaurios encontrados pertenecen a los dinosaurios más antiguos jamás encontrados, que eran de menor tamaño que las especies posteriores. Comenzamos la ruta por el valle observando curiosas formaciones rocosas, el paisaje llama la atención por sus coloridas capas. Hacemos una parada en la cancha de bochas, donde se encuentran unas rocas perfectamente esféricas formadas naturalmente. Este tipo de rocas sólo se han encontrado en esta zona debido a que se encuentran en una franja de alto magnetismo y el terreno es rico en hierro y sílice. Estas tres condiciones propician esta concreción silícica como llaman aquí. Siguiendo la ruta observamos el llamado submarino y hongo, las dos formaciones rocosas más famosas del parque. En el camino de regreso a la entrada del parque se nos cruzaron por la carretera unos guanacos y poco después tuvimos ocasión de ver un zorro andino, que paró a pocos metros del coche. De regreso a San Agustín y después de cenar y hacer tiempo jugando a las cartas cogemos un autobús a las tres de la madrugada de vuelta a San Juan.
